La idea de
que las conferencias episcopales pueden tomar decisiones doctrinales sobre el
matrimonio y la familia al margen del Papa y un sínodo general es
«absolutamente anti-católica». Así lo ha asegurado el Cardenal Müller, Prefecto
de la Congregación para la Doctrina de la Fe en una entrevista exclusiva con la
revista católica francesa Famille
Chrétienne.
(Catholic
Herald/InfoCatólica) El cardenal Gerhard Müller afirma: «Esta es una idea
absolutamente anti-católica que no respeta la catolicidad de la Iglesia. Las conferencias episcopales tienen
autoridad sobre ciertas cuestiones, pero no un magisterio paralelo al
Magisterio, sin el Papa y sin comunión con los demás obispos».
El Prefecto
de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha replicado a las tesis del cardenal Marx, presidente de la Conferencia Episcopal
Alemana, que en declaraciones a periodistas aseguró que «no somos una
filial de Roma. Cada conferencia episcopal es responsable del cuidado pastoral
en su cultura y debemos, como nuestra tarea más propia, anunciar el
evangelio por nuestra cuenta». En cuanto a la pastoral, el cardenal Marx
aseguró que «el Sínodo no puede prescribir en detalle lo que vamos a hacer
en Alemania».
Ante ello,
el Cardenal Müller, máxima autoridad doctrinal de la Iglesia Católica tras el
Papa, ha recordado que «una conferencia episcopal no es un sínodo local,
menos aún un concilio ecuménico. El presidente de la conferencia
episcopal no es más que un moderador técnico, y no tiene
ninguna autoridad magisterial particular debido a este título».
Y añade que
«las diócesis no son tampoco dependientes de la secretaría de las
conferencias episcopales, ni de la diócesis cuyo obispo preside la
Conferencia Episcopal».
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