El cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio
Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, ha advertido a los
obispos alemanes que la Iglesia no puede adaptarse a los tiempos de la manera
en que los Deutsche Christen, organización de cristianos luteranos alemanes, lo
hicieron para apoyar el nazismo.
(LSN/InfoCatólica) En una entrevista con el
periódico católico alemán Die Tagespost, el cardenal suizo refuta las
propuestas del cardenal Reinhard Marx y del obispo Franz-Josef Bode, ambos
delegados de la Iglesia en Alemania para el próximo sinodo de la familia, en el
sentido de que la Iglesia debería de adaptarse a las situaciones de las
vidas de los católicos hoy en día y liberalizar su actitud hacia los
divorciados vueltos a casar.
El cardenal Koch se refirió especialmente a las
palabras Mons. Bode, diciendo que las mismas deberían de recordarnos una
situación histórica similar: lo ocurrido durante en Tercer Reich,
cuando los Deutsche Christen (luteranos) ajustaron su fe a la
visión del mundo del nacionalsocialismo, especialmente en la cuestión
racial y nacionalista:
«Pensemos en los Deutsche Christen durante la época
del nacionalsocialistmo cuando, junto a las Sagradas Escrituras, ellos
elevaron la Raza y la Nación a la categoría de fuentes de la Revelación,
algo contra lo que protestó la Declaración teológica de Barmen (1934), que
rechazó la sumisión de las iglesias protestantes al estado. Tenemos que saber
diferenciar muy cuidadosamente aquí y ahora, y analizar con
sensibilidad los signos de los tiempos, para ver qué espíritu está detrás de
dichos signos: ¿Cuáles son signos del evangelio y cuáles no?»
El cardenal suizo, ha insistido en que es peligroso
tomar la manera en que los cristianos viven la fe como una fuente de
revelación:
«Ver cómo y de qué manera la gente está viviendo su
fe hoy es desde luego importante y provechoso, de cara a reconocer los retos y
deberes pastorales de la Iglesia. Sin embargo, esas «realidades existenciales»
no pueden ser una tercera fueten de revelación junto con las Sagradas
Escrituras y el Magisterio»
Deutsche Christen
El Deutsche Christen fue un movimiento
religioso iniciado por un grupo de clérigos y feligreses de las iglesias
protestantes luteranas de Alemania en 1931, que propusieron y
difundieron una fusión de elementos del cristianismo y del nazismo para
plegarse a la ideología del Tercer Reich. Tenían como lema: «La esvástica en
nuestros pechos, la cruz en nuestros corazones»
Ejemplos del pensamiento de dicho movimiento:
«Para un alemán, la Iglesia es la comunidad de los
creyentes que están obligados a luchar por una Alemania cristiana… El Estado de
Adolfo Hitler apela a al Iglesia: la Iglesia debe responder a la llamada».
(Resolución de la primera Conferencia Nacional del Movimiento de la Fe
(luteranos) 3/4/1933)
«Hitler, el redentor de la historia de los
alemanes… la ventana a través de la cual la luz se proyecta sobre la historia
del cristianismo». (Del manifiesto de los Deutsche Christen de Turingia)
«Hitler y los nazis son regalo de Dios». (Del
discurso de aceptación del título de obispo del Reich, recibido por el pastor
Ludwig Muller de manos del propio Führer. Durante la misma ceremonia, el pastor
Leutheuser cantó: «Cristo ha venido a nosotros a través de Adolfo Hitler… Hoy
sabemos que el Salvador ha llegado… Tenemos una sola tarea, ser alemán, no ser
cristiano»)
«La Iglesia evangélica alemana se compromete a
afirmar unánimente su lealtad incondicional al Tercer Reich y a su jefe.
Condenamos en los términos más enérgicos la intriga o la crítica contra el
Estado, el pueblo o el movimiento [nazi], formas destinadas a amenazar al
Tercer Reich. Sobre todo deploramos las actividades de la prensa extranjera que
intenta falsamente representar las discusiones en el seno de la Iglesia como un
conflicto contra el Estado». (Comunicado de 12 pastores luteranos tras haber
sido recibidos oficialmente por Hitler en enero de 1934)
Algunos de los pastores
luteranos que se negaron a aceptar semejante ideología sincretista con
el nazismo fueron perseguidos, encarcelados e incluso martirizados.
Entre ellos destaca con luz propia el pastor Dietrich Bonhoëffer.