sábado, 18 de junho de 2016


Hereges segundo Bergoglio

ou ladrão que grita «Lá vai ladrão!»



A introdução da transmissão oficial da Rádio Vaticano sobre a homilia de Bergoglio de 9 de Junho de 2016 diz o seguinte: «Papa Francisco, na quinta-feira, advertiu contra uma rigidez excessiva, dizendo que aqueles que na Igreja nos dizem: «é isso ou nada» são hereges e não-católicos. Ele fez estes comentários durante a missa da manhã de quinta-feira, celebrada na casa Santa Marta».

«Esse realismo saudável da Igreja Católica, a Igreja Católica jamais ensinou «ou isto ou aquilo». Isso não é católicoA Igreja diz: «isto e isto». Faça a perfeição: reconcilie com o seu irmão. Não insultá-lo. Amá-lo. Mas se houver qualquer problema, pelo menos, coloquem-se de acordo, para que não exploda uma guerra. Esse é o realismo saudável do catolicismo. Não é católico esse «ou isso ou nada»: isso não é católico. É herético. Jesus sempre sabe caminhar connosco, dá-nos um ideal, acompanha-nos em direcção ao ideal, liberta-nos da rigidez da lei e diz-nos: «Mas, faça até o ponto que você consegue fazer» . E ele nos entende bem. É este o nosso Senhor, e é isso que nos ensina.»

ORA BEM.
O pequeno São Domingos Sávio, que exclamava «antes morrer do que pecar», se fosse vivo hoje, seria um HEREGE para Bergoglio?

Pio Xl, ao afirmar que a Igreja Católica, detentora da verdade revelada, não pode de modo algum aprovar, contribuir ou admitir transações com seitas protestantes, seria um HEREGE para Bergoglio?

Leão XIII, ao afirmar que tolerar igualmente todas as religiões é o mesmo que ateísmo, seria um HEREGE para Bergoglio?

São Pio X, quando disse profeticamente que querer conciliar a fé católica com o espírito moderno não só conduziria à debilidade da fé mas a sua perda total, seria um HEREGE para Bergoglio?

E São Paulo, quando afirma que os inveterados praticantes das obras da carne, como fornicação, adultérios, sodomias, idolatrias, orgias…, não herdarão o Reino de Deus, é um HEREGE ou um LUNÁTICO para Bergoglio?






segunda-feira, 13 de junho de 2016


«Hereje».

O veredicto do cardeal Müller

sobre o conselheiro número um

de Bergoglio


Escrito por Adelante la Fe

En una entrevista en el último número de «Herder Korrespondenz» el cardenal Gerhard L. Müller ha llamado nada menos que «hereje» a un tipo que pasa por ser «uno de los más estrechos consejeros del papa».

He aquí lo que ha dicho el prefecto de la congregación para la doctrina de la fe:


«La enseñanza sobre el papado como institución divina no puede ser relativizada por nadie, porque esto querría decir querer corregir a Dios mismo. […] Hace tiempo ha aparecido quien es presentado por ciertos medios de comunicación como uno de los más estrechos consejeros del papa, según el cual se puede muy bien trasladar la sede del papa a Medellín o dispersar las oficinas de la curia en distintas Iglesias locales. Esto es fundamentalmente equivocado y también herético [sogar häretisch]. De esta manera, basta leer la constitución dogmática ‘Lumen gentium’ del Concilio Vaticano II para reconocer la absurdidad eclesiológica de estos juegos mentales. La sede del Papa es la Iglesia de san Pedro en Roma».

Müller ha añadido que la explícita misión de san Pedro, de «guiar a toda la Iglesia como su supremo pastor», ha sido transmitida «a la Iglesia de Roma y, con ella, a su obispo, el papa». Y esto «no es un juego organizativo, sino que es para preservar la unidad dada por Dios» y se refiere también «al papel del alto clero de la Iglesia romana, los cardenales, que ayudan al papa en el ejercicio de su primado».

No es difícil adivinar a quién es al que apunta Müller. Es el arzobispo Víctor Manuel Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina de Buenos Aires y confidente desde hace mucho tiempo de Jorge Mario Bergoglio, además de, efectivamente, su teólogo de confianza y principal redactor de sus mayores documentos, desde la «Evangelii gaudium» hasta la «Amoris laetitia», este último incluso robando fragmentos de artículos escritos por el mismo Fernández hace diez años:
Víctor Manuel Fernández
«Amoris laetitia» tiene un autor en la sombra. Se llama Víctor Manuel Fernández

Lo que el cardenal Müller precisamente no ha tragado, de Fernández, es lo que éste dijo en una entrevista en el «Corriere della Sera
» del 10 de mayo de 2015:

«La curia vaticana no es una estructura esencial. El papa podría incluso irse a vivir fuera de Roma, tener un dicasterio en Roma y otro en Bogotá, y quizá conectarse por teleconferencia con los expertos en liturgia que residen en Alemania. En torno al papa lo que hay, en un sentido teológico, es el colegio de los obispos para servir al pueblo. […] Los mismos cardenales pueden desaparecer, en el sentido de que no son esenciales».

Y todavía Fernández dijo, tomándosela precisamente con el cardenal prefecto, que en una entrevista en «La Croix» del 29 de marzo había asignado a la congregación para la doctrina de la fe la «misión de estructuración teológica» de un pontificado eminentemente «pastoral» como el de Francisco:

«He leído que algunos dicen que la curia romana hace parte esencial de la misión de la Iglesia, o que un prefecto del Vaticano es la brújula segura que impide a la Iglesia caer en el pensamiento light; o incluso que dicho prefecto asegura la unidad de la fe y garantiza al pontífice una teología seria. Pero los católicos, leyendo el Evangelio, saben que Cristo ha asegurado una guía y una iluminación especial al papa y al conjunto de los obispos y no a un prefecto o a otra estructura. Cuando se oyen decir cosas de este género parecería casi que el papa fuera un representante suyo, o incluso uno que ha venido a molestar y que debe ser controlado».

Más de un año ha pasado de estos disparos del supuesto teólogo argentino, de las cuales el Papa Francisco no se dolió en absoluto, visto que lo ha tenido todavía más estrechamente unido a él.

Y ahora que Müller ha emitido contra Fernández el veredicto de «herejía», es seguro que será el cardenal el que caiga todavía más bajo en la puntuación del papa. El cual no cuenta ya nada como prefecto de la congregación para la doctrina de la fe, menos aún para la «estructuración teológica» de este pontificado.

A cuyo propósito no está excluido que, sobre todo con Müller, se la tomara el papa Francisco cuando, en su tercer sermón a los sacerdotes en el retiro espiritual, el 2 de junio pasado, ha dicho comentando el encuentro de Jesús y la adúltera:

«A veces me da un poco de pena y de indignación cuando alguno se da prisa en explicar la última recomendación, el ‘no peques más’. Y utiliza esta frase para ‘defender’ a Jesús y que no quede el hecho de que se ha saltado la ley».

El cardenal Müller había en efecto escrito, al tomar posición en 2013 en vista del sínodo sobre la familia:

«Una ulterior tendencia a favor de la admisión de los divorciados vueltos a casar a los sacramentos es la que invoca el argumento de la misericordia. Porque Jesús mismo se ha solidarizado con las personas que sufren dándoles su amor misericordioso, la misericordia sería por tanto un signo especial de la auténtica secuela. Esto es verdadero, pero es un argumento débil en materia teológico-sacramental, también porque todo el orden sacramental es exactamente obra de la misericordia divina y no puede ser revocado remitiéndose al mismo principio que lo sostiene.

«A través de lo que objetivamente suena como una falsa referencia a la misericordia se incurre en el riesgo de la banalización de la imagen misma de Dios, según la cual Dios no podría hacer otra cosa que perdonar. Al misterio de Dios pertenecen, además de la misericordia, también la santidad y la justicia; si se ocultan estos atributos de Dios y no se toma en serio la realidad del pecado, no se puede ni siquiera mediar a las personas su misericordia.

«Jesús ha tratado a la mujer adúltera con gran compasión, pero también le ha dicho: ‘Vete y no peques más’ (Jn 8,11). La misericordia de Dios no es una dispensa de los mandamientos de Dios y de las instrucciones de la Iglesia; más bien, para volverse a levantar tras la caída y para una vida de perfección a imagen del Padre celeste».

Y lo mismo ha escrito Müller en un libro-entrevista de 2014 y en otro de 2016.






Cristóvão Colon — Conferência em Coimbra







domingo, 12 de junho de 2016


Um certo episcopado belga está podre...

Salas de oração muçulmanas

em escolas católicas...


O taralhoco arcebispo De Kesel
Cette idée absurde est en passe de se réaliser en Belgique. Lieven Boeve, directeur général du réseau de l’Enseignement catholique de Flandre (Katholiek Onderwijs Vlaanderen), a proposé d’ouvrir des salles de prières musulmanes dans les écoles catholiques de Flandre. Et l’Archevêque De Kesel a déclaré à la presse que «les Evêques soutiennent complètement les propositions de Lieven Boeve».

Or cette proposition est en contradiction directe avec la mission d’un enseignement qualifié de catholique qui, comme son nom l’indique, a pour devoir d’instruire les enfants selon la doctrine catholique.

Ouvrir des salles de prières musulmanes dans des écoles catholiques conduira soit à une conquête islamique de certains établissements scolaires dits catholiques mais dont les élèves musulmans sont déjà majoritaires, soit à l’essor du relativisme et du syncrétisme religieux qui servent le plan mondialiste.

Si cette mesure est pour l’instant discutée en Flandre, nul doute qu’elle sera reprise ultérieurement en Belgique francophone, en France et dans le reste de l’Europe car elle correspond à l’attitude générale irresponsable d’une part importante de l’Eglise conciliaire.

Cette nouvelle folie vient confirmer l’utilité des écoles catholiques hors contrat. Mais leur existence en Belgique se révèle extrêmement compliquée. Et en France, elles sont menacées par une proposition de loi déposée par des parlementaires LR ainsi que par un projet de modification par ordonnance de la règlementation en vigueur présenté par le ministre Najat Vallaud-Belkacem.

L’association catholique flamande Pro Familia tente de s’y opposer. Elle organise à Bruxelles, le samedi 25 juin, une “Marche pour l’enseignement catholique” et m’a demandé d’y prendre la parole en français. J’invite tous les Français et les Belges qui le peuvent à me rejoindre à cette marche.

Alain Escada, président de Civitas






Por acaso, um acaso sem acaso algum


Helena Matos, Observador, 9 de Junho de 2016

Alexandra Leitão, a secretária de Estado Adjunta e da Educação, declarou que as suas filhas «por acaso não estudam» numa escola pública. Mas qual acaso? Não vejo nisso acaso algum mas sim uma escolha.Alexandra Leitão, a secretária de Estado Adjunta e da Educação foi entrevistada pela Visão. A dado momento da entrevista afirma o jornalista a propósito das filhas de Alexandra Leitão: «Não lhe vou perguntar se elas estudam numa escola pública…»

Há anos que entre nós vigora este paradoxo jornalístico: sendo o jornalista por definição alguém que faz perguntas, em Portugal não se pergunta em que escolas estão inscritos os filhos de quem nos governa, sobretudo se esse alguém defender as causas queridas da comunicação social e disser aquelas coisas redondas sobre as maravilhas da escola pública. Contudo é aí que está o busílis da questão, como bem se percebe pela resposta da senhora secretária de Estado que, perante o interdito do jornalista, avança prontamente: «Mas eu respondo: por acaso não estudam (risos). As minhas filhas fizeram o jardim-de-infância e a primária numa escola pública. E agora estão na Escola Alemã.»

De que rirá a senhora secretária de Estado? Certamente da papalvice do país que não estranha aquele «por acaso». Mas qual acaso? Estarão as filhas da senhora secretária de Estado numa escola que sorteia vagas nos pacotes de cereais? Iam as filhas da senhora secretária de Estado pela Segunda Circular e aquele boneco que está plantado no telhado da Escola Alemã perguntou-lhes «Passaram aqui por acaso? Então saiam na primeira à direita porque ganharam o direito a frequentar esta escola!»Vai desculpar-me a senhora secretária de Estado mas não vejo aqui acaso algum. Vejo sim uma escolha, muito louvável até, de uma das mais reputadas escolas de Portugal. Mas detalhemos então o «acaso» que levou as filhas da senhora secretária de Estado Adjunta e da Educação a uma escola muito diferente daquela que o Ministério de que ela é secretária de Estado promove: «A opção pela Escola Alemã tem a ver com a opção por um currículo internacional. Para mim era importante que elas tivessem uma educação com duas línguas que funcionem quase como maternas, digamos assim. Se assim não fosse, andariam obviamente numa escola pública.»

Francamente, senhora secretária de Estado, há inúmeras escolas neste país em que se falam duas ou mais línguas. Por exemplo, em algumas escolas da Amadora fala-se português e crioulo. Eu percebo que a senhora secretária de Estado prefira o alemão ao crioulo como segunda língua para as suas filhas. Mas isto, sou eu a falar. Eu, cujos filhos frequentaram escolas públicas e privadas nada por acaso mas simplesmente porque em cada momento se procurou escolher o que seria melhor para eles. Por exemplo, se eu escolhesse a Escola Alemã para os meus filhos nunca o faria para que eles dominassem o alemão – a facilidade com que as crianças e os jovens aprendem línguas dispensava-me desse esforço financeiro – mas sim por causa do rigor, dos métodos de trabalho e da disciplina que ali são incutidos. Mas claro isto sou eu de novo a falar e eu como se sabe faço parte daquelas pessoas que acham que todos temos de ter o direito a escolher a escola dos nossos filhos sem termos de inventar moradas para que eles vão para uma boa escola pública ou argumentos politicamente correctos que justifiquem a opção por uma boa escola privada.

Este sistema escolar que a senhora secretária de Estado defende – com os filhos dos outros nas escolas públicas e os nossos numa escola privada por causa de uma circunstância que não suscita polémica como os horários ou a segunda língua – tornou-se em Portugal um mecanismo que não só reproduz como acentua as fragilidades e as vantagens comparativas do meio de origem dos alunos. E foi nesta engrenagem que, qual grão de areia, entraram os contratos de associação.

O que está em causa, o que irrita nos contratos de associação é que milhares de famílias viram naqueles contratos algo em que muitos já desistiram de acreditar na rede pública: a escola enquanto factor de inclusão e ascensão social. Por outras palavras, eles não podem colocar os filhos na Escola Alemã mas também não os querem nas madrassas do senhor Nogueira. Querem apenas, dentro de um reduzido lote de escolas, escolher aquela em que os seus filhos vão fazer a escolaridade obrigatória. Mas o que a senhora secretária de Estado diz é que, além da escolaridade obrigatória, os filhos dos outros, para mais devidamente arrumadinhos socio-geograficamente pelos critérios de matrícula nas escolas públicas (para quando a discussão sobre esses critérios?), têm ainda o dever de frequentar obrigatoriamente as escolas da rede pública. Pois, senhora secretária de Estado, aquelas escolas onde passar de uma má para uma boa é o que de mais difícil existe em Portugal para aquelas famílias que não têm contactos, nem são filhos de alguém…

A defesa da escola pública nos termos em que a secretária de Estado a faz é pura e simplesmente a defesa de uma escola para as élites e outra para os restantes: quem tem dinheiro põe os filhos no privado, no privado sem contratos de associação, aquele em que se paga a mensalidade no fim do mês e ponto final. Como a Escola Alemã. Os outros vão justificar os empregos, a importância, as modas, as verbas e as manias dos donos da 5 de Outubro. Sabe, senhora secretária de Estado, nada é por acaso neste assunto.